Los asesinos del llamado Estado Islámico fueron entrenados por la CIA y
el ejército de EEUU. Washington fomentó el terrorismo proclamando que lo
combatía
Una ola de emoción, solidaridad y repulsa recorre el mundo, causada
por la masacre de París. Es legítima. Doce personas murieron a manos de
un grupo terrorista en la sede del semanario francés 'Charlie Hebdo'.
Entre ellos el director, cuatro dibujantes y dos policías.
El periódico, satírico, progresista, ya había sido blanco de ataques
por la publicación de caricaturas del profeta Mahoma. La dimensión, el
motivo y la circunstancia contribuyen a la repercusión mundial del
bárbaro crimen.
El hecho de que los asaltantes hayan gritado "Alá es grande y el
Profeta fue vengado!" funcionó como un estímulo a la islamofobia. La
semana pasada, organizaciones de extrema derecha en Alemania, EEUU y
Francia promovieron manifestaciones racistas dirigidas contra las
comunidades musulmanas de estos países. Tales iniciativas ahora tienden a
multiplicarse.
El presidente François Hollande, al condenar el ataque monstruoso,
dijo que Francia "está en shock." Jefes de Estado y de Gobierno de todo
el mundo expresan solidaridad y horror.
Es lamentable, pero significativo, que el discurso político y los
comentarios de los medios de comunicación omitan una cuestión
fundamental. Responsabilizan al terrorismo, reafirman la voluntad de dar
la lucha donde quiera que lleve a cabo su acción criminal, pero se
abstienen de dar referencias a las causas del brote de barbarie
terrorista.
Obama y sus aliados europeos, especialmente Hollande y Cameron,
tienen techos de cristal. No pueden admitir que el terrorismo ha crecido
en todo el mundo desde que el imperialismo de Estados Unidos (con el
apoyo del estado fascista de Israel) comenzó los ataques en serie a los
países musulmanes.
La Guerra del Golfo fue un prólogo. Pero fue después de los atentados
del 11 de septiembre de 2001 con la invasión y ocupación de Afganistán,
con Bush hijo, que esta estrategia tuvo carácter prioritario.
La segunda guerra de Irak, la presencia reforzada en Afganistán, el
asalto a Libia, el apoyo a las organizaciones terroristas en Siria,
constituyen crímenes contra la humanidad. Invocando siempre como
pretexto para guerras abyectas la democracia y los derechos humanos,
EEUU mató a cientos de miles de musulmanes, destruyó ciudades, introdujo
la tortura, sembró la miseria y el hambre en el Medio Oriente y Asia
Central.
En esta hora en que los franceses lloran los muertos de Charlie Hebdo
de muertos es necesario recordar que Sarkozy y Hollande fueron
cómplices de muchos de los crímenes del imperialismo estadounidense.
Es esencial recordar que muchos de los asesinos del llamado Estado
Islámico fueron entrenados por la CIA y el ejército de EEUU. Washington
fomentó el terrorismo proclamando que lo combatía.
[Traducido por La Haine
www.odiario.info
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