Dos genocidas criminales de guerra, el primer ministro israelí, Benyamin
Netanyahu, y su ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, participaron
el domingo en París en la manifestación de repulsa a los crímenes
llevados a cabo por tres terroristas takfiris contra los empleados del
semanario Charlie Hebdo.
Israel, que juega un papel importante en
la campaña islamófoba en Europa, es sospechoso de querer explotar este
hecho para atizar el sentimiento de odio contra los musulmanes en
Francia.
Durante los últimos días, Israel no ha cesado de
denunciar “un intento de las fuerzas del mal, que encarna el islamismo
radical que busca extender el miedo y el terror en Occidente”.
El
sábado por la tarde, además, Netanyahu se aprovechó de la ocasión para
invitar a los judíos de Francia y Europa para que emigren a Israel.
“A
todos los judíos de Francia, a todos los judíos de Europa os digo:
Israel no es sólo el lugar hacia el que os volvéis para rezar. El Estado
de Israel es vuestro hogar”, dijo en una alocución televisada.
Una provocación obscena
La
participación de responsables israelíes en la marcha republicana del
domingo fue calificada de “provocación obscena” por la Asociación de
Solidaridad Francia-Palestina.
“Hemos sabido a través de los
medios israelíes que en la primera fila de la manifestación republicana
del domingo en París estarían Avigdor Lieberman, Naftali Bennett y
Benyamin Netanyahu. Lieberman, que había pedido implícitamente que se
utilizara la bomba atómica en Gaza; Bennett, que se ha vanagloriado de
haber matado a muchos árabes, y Netanyahu, el verdugo de Gaza, donde
murieron más de 2.200 palestinos, una gran parte de ellos mujeres y
niños.
Estimando que se trata de un intento grosero e inaceptable
de recuperación de imagen por parte de unos dirigentes israelíes que no
han cesado de alimentar la “guerra de las civilizaciones”, la
asociación denuncia “un intolerable desvío que pone en cuestión la
naturaleza de esta manifestación republicana”.
La asociación
recuerda también que el lugar de estos gobernantes es el banquillo de
los acusados del Tribunal Penal Internacional.
Según el periódico
israelí Haaretz, el presidente francés, François Hollande era
consciente del impacto de la visita de Netanyahu a París y le pidió
explícitamente que no acudiera al evento, pero el primer ministro
israelí quiso acudir de todos modos por considerar que esto podría
beneficiarle de cara a las elecciones de marzo.
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