Washington, sin duda ha logrado permear a una UE asediada con un poco más – qué otra cosa – de caos, al enfrentar a « Occidente » contra Rusia.
La administración Obama – infestada de células neo-con, esos fantasmas dentro de la máquina – siempre ha creído que un paquete de sanciones Occidentales más una guerra desatada por Arabia Saudita en los precios del petróleo sería suficiente para reducir a la economía Rusa, y así « cambiar su comportamiento » sobre Ucrania, y en el mejor de los escenarios provocar un cambio de régimen en Moscú.
Bueno, no está funcionando. El
Acuerdo de Minsk 2.0 – tan frágil como cualquier acuerdo de este tipo –
de facto muestra que Alemania (con la asistencia de Francia), las
principales potencias europeas, tratan de romper con el proyecto
Usamericano del Caos.
La guerra de precios del petróleo, por su parte, tampoco va de las mil maravillas. Los Neoconservadores están realmente desesperados; han visto cómo la estrategia saudita está matando a la industria del petróleo de esquisto de Estados Unidos.
Ya no están diciendo en voz alta que quieren un aumento del precio del petróleo para ayudar a Rusia; sino más bien para seguir matando a Rusia con precios bajos, mientras que EE.UU. cosecha los beneficios mediante la imposición de un arancel proteccionista. Como los neoconservadores lo ven, de esta manera ellos también matarán a Arabia Saudita e Irán. Y este esquema ni siquiera fue inventado por el notorio rusófobo Dr. Zbig « Gran Tablero de Ajedrez » Brzezinski.
No pises mis zapatos prestados.
Si geopolíticamente y en el ámbito de la energía el Imperio del Caos se enfrenta a problemas, todo está perfecto en el reino del desastre del capitalismo. Gracias, una vez más, al FMI.
El FMI en Ucrania ha estado perpetrando la misma devastación desatada recientemente en Grecia o Irlanda, o en el Sur Global como un todo desde la década de 1970. El temido « ajuste estructural » aún aplica – toda una serie de privatizaciones salvajes protagonizada por « inversores » occidentales en conjunción con oligarcas locales. Esto incluye, por supuesto, la apropiación de tierras facilitadas por los préstamos del FMI.
El préstamo del FMI de 17 mil
millones dólares que se produjo milagrosamente en la víspera del Acuerdo
de Minsk 2.0 no sólo permite a los oligarcas en Kiev seguir manteniendo
– de forma indirecta – una guerra del Imperio del Caos contra
Rusia. Vino con una condición clave; Ucrania debe imperativamente ser
arrasada por los cultivos biotecnológicos más duros. Lo que es un premio
agrícola fabuloso; Ucrania es el tercer exportador mundial de maíz, el
quinto mayor exportador de trigo, con un suelo rico, profundo y negro
donde cualquier cosa, literalmente, puede crecer. Los ganadores,
previsiblemente, serán las sospechosas corporaciones de OGM usuales –
desde los productores de semillas Monsanto y Dupont hasta el
distribuidor de equipos agrícolas, Deere.
Legalmente, la cabeza del FMI Christine « miren mi nuevo Chanel » Lagarde, involucrada también en la actualidad en la perpetuación de Grecia como una « colonia de la deuda » (en palabras del ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis) no sabría cómo justificar la asignación de préstamos multimillonarios por parte del FMI a una Ucrania sumida en una guerra civil, y encima de ello completamente quebrada.
Pero la señora Lagarde en realidad no es la que maneja el show; los Maestros Secretos del Universo en el eje Washington/Wall Street son los que lo hacen.
UE fuera, BRICS y OCS dentro
El Imperio del Caos sin duda tiene razones para regodearse por la asquerosa división entre la UE y Rusia. La hipótesis de trabajo de Moscú es que las sanciones no desaparecerán pronto. Y olvidense del « todo sigue igual » en el corto plazo. Los capitanes de la industria de Alemania no están contentos.
Y aunque hace sólo unos pocos años, el presidente Putin estaba proponiendo – en Alemania – una Europa más amplia desde Lisboa hasta Vladivostok, la tragedia Ucrania ha hecho que se acelere el movimiento « Ve a Oriente »; la asociación estratégica entre Rusia y China, una especie de primera Eurasia desde Shanghai a San Petersburgo también pasa a ser una de las piedras angulares del masivo proyecto de infraestructura conducido por China de la(s) Nueva Ruta de la Seda uniendo a China con Europa a través de Asia Central y también a través de una actualización en la ruta.Transiberiana a un tren de alta velocidad .
El mito del « aislamiento » de Rusia
impulsado por Washington y sus vasallos es un chiste. Una Guerra Fría
2.0 impuesta por el Imperio del Caos no es el fin del mundo (de Rusia).
La diplomacia rusa está activa en todos los frentes – desde el sur de
Asia (India) a Oriente Medio (Egipto). Este verano, Rusia acogerá dos
cumbres cruciales: los BRICS y la Organización de Cooperación de
Shanghai (OCS).
La obsesiva agenda del Imperio del Caos se opone a cualquier beneficio para la UE. Aparte de Gazprom, Rusia ha sido dejada de lado como socio comercial – por lo menos en un futuro próximo. Y no hay mucho con lo que la UE pueda beneficiarse de Ucrania; no va a desembolsar ni un euro devaluado para « salvarla » de la bancarrota, y no va a jugar con fuego, facilitando su incorporación a la OTAN. He sostenido que todo depende de Alemania. La Alemania de los Negocios quiere hacer negocios con las potencias euroasiáticas Rusia y China. La Alemania Política todavía se está preguntando dónde se encuentran sus prioridades estratégicas.
Diplomáticos separandose del núcleo de Bruselas, extraoficialmente, han dado a entender que Moscú envió un mensaje claro. O todos se embarcan en una situación de « ganar ganar » al estilo Chino, de Lisboa a Vladivostok; o la UE sigue ciegamente al Imperio del Caos, elige la confrontación en Ucrania y recibe, como un regalo envenenado, una guerra en sus fronteras orientales que no tiene posibilidades de ganar.
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