Las víctimas de esta atroz ejecución son 43 iraquíes de la tribu sunita Abu-Obeid capturados la semana pasada en la ciudad de Al Bagdadi, a unos 200 kilómetros al noroeste de la capital iraquí, Bagdad.
Los secuestrados pertenecían a la policía local o al grupo
paramilitar Sahwa, que apoya al Gobierno iraquí. Cuando los capturaron,
los llevaron a la ciudad de Hit, que está en manos de los yihadistas.
Según las fuentes de las fuerzas de seguridad, las víctimas fueron encerradas en jaulas de metal y luego fueron quemadas.
Los yihadistas mataron a otras 70 personas en los últimos diez días, en los que llevaron a cabo varios ataques en Al Bagdadi y en la base aérea cercana de Ain al Asad, donde se encuentran unos 300 marines de EEUU que llevan a cabo funciones de entrenadores y consejeros de las fuerzas iraquíes.
Los ataques contra la base fueron repelidos por fuerzas iraquíes y por aviones estadounidenses, aunque los combates en Al Bagdadi continúan, a pesar de que el Ejército iraquí recuperó una buena parte de la localidad.
El EI controla uno de los barrios de la ciudad donde se encuentran atrapadas decenas de familias de miembros de las fuerzas de seguridad y de combatientes del grupo Sahwa.
Los civiles sufren escasez de alimentos y cortes en el suministro de agua y los combatientes de la zona no disponen de la munición necesaria.
El EI controla el 80% de la provincia de Al Anbar y ha intentado avanzar hacia Bagdad, pero diversos contraataques del Ejército iraquí y las milicias chiítas los expulsaron de las zonas del oeste de la capital a las que llegaron.
Según las fuentes de las fuerzas de seguridad, las víctimas fueron encerradas en jaulas de metal y luego fueron quemadas.
Los yihadistas mataron a otras 70 personas en los últimos diez días, en los que llevaron a cabo varios ataques en Al Bagdadi y en la base aérea cercana de Ain al Asad, donde se encuentran unos 300 marines de EEUU que llevan a cabo funciones de entrenadores y consejeros de las fuerzas iraquíes.
Los ataques contra la base fueron repelidos por fuerzas iraquíes y por aviones estadounidenses, aunque los combates en Al Bagdadi continúan, a pesar de que el Ejército iraquí recuperó una buena parte de la localidad.
El EI controla uno de los barrios de la ciudad donde se encuentran atrapadas decenas de familias de miembros de las fuerzas de seguridad y de combatientes del grupo Sahwa.
Los civiles sufren escasez de alimentos y cortes en el suministro de agua y los combatientes de la zona no disponen de la munición necesaria.
El EI controla el 80% de la provincia de Al Anbar y ha intentado avanzar hacia Bagdad, pero diversos contraataques del Ejército iraquí y las milicias chiítas los expulsaron de las zonas del oeste de la capital a las que llegaron.
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