Las autoridades migratorias de Estados Unidos están optando
por poner grilletes a las madres que continúan cruzando la frontera
junto a sus hijos pequeños, aunque estas critican las molestias que
provoca su uso.
Funcionarios consulares en el estado de Texas observan desde
noviembre pasado que las autoridades migratorias liberan a la mayoría de
las mujeres con menores retenidas en la frontera, aunque les ponen
grilletes electrónicos en el tobillo.
“Hemos visto un pequeño aumento de madres con niños cruzando la
frontera, y lo que hemos notado es que las están liberando colocándoles
el grillete”, dijo Allan Pérez, cónsul de Guatemala en McAllen, Texas.
Desde el 1 de octubre al 30 de noviembre pasados, la Patrulla
Fronteriza detuvo a 4.575 unidades familiares en la frontera sur y 5.143
menores no acompañados, según el Departamento de Seguridad Nacional,
DHS.
Virginia Kice, portavoz de la Oficina de Inmigración y Aduanas, ICE,
dijo que el uso de estos grilletes electrónicos forma parte de las
opciones que tienen como alternativa al programa de detención, ATD.
Los factores que se consideran para utilizar los monitores
electrónicos son los antecedentes penales, preocupaciones humanitarias y
lazos comunitarios.
A finales de marzo pasado había aproximadamente 5.100 indocumentados en
todo el país que eran vigilados a través de los grilletes electrónicos.
Uno de ellos es la hondureña Nelly Díaz, de 29 años, que cruzó a
principios de este año por la frontera de Texas con siete meses de
embarazo y un hijo de dos años.
Díaz, que emigró a Estados Unidos para reencontrarse con su madre, a
quien no veía desde que tenía cuatro años, permaneció en custodia de
Inmigración durante dos semanas y posteriormente fue liberada con la
condición de portar el grillete en su tobillo izquierdo.
“No me lo han querido quitar porque supuestamente he tenido cinco
fallas. Dicen que no lo cargo y es que el aparato no funciona bien, me
lo han cambiado tres veces, nunca me lo he quitado, es incómodo y me da
mucho ardor, ganas de rascarme”, dijo la joven.
Díaz explicó que los lunes tiene que presentarse ante las autoridades
y que un oficial de Inmigración hace visitas “sorpresa” en su casa.
El abogado Alex Gálvez, quien lleva el caso de asilo de Díaz, señaló
que la situación de esta inmigrante es un ejemplo de la mala utilización
de los recursos.
“Ella se entregó a las autoridades y ha cumplido con sus citas. No
pretende escapar, pero ellos quieren mostrar otra cosa”, sostuvo Gálvez.
“Yo lo que le pediría a Inmigración es que me quiten el grillete y
demostrarle a ellos que yo no vengo a pedir, sino a trabajar”, sostuvo
Díaz. EFE.
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