Cientos de niños estadounidenses marcharon hoy por calles de Los
Ángeles, California, para pedir al Congreso y a los republicanos que no
los separen de sus padres indocumentados.
El contingente paralizó calles del centro de la ciudad, desde la
intersección del bulevar Olympic y la calle Broadway, para luego caminar
hasta el City Hall en compañía de padres, familiares y activistas.
Los menores portaron carteles con mensajes en inglés en los que
pidieron "Legalicen a mis padres", "Ayúdenos a legalizar a nuestros
padres" -dedicada al Papa Francisco-, "Legalización ahora" y "Futuros
votantes de América".
"Los republicanos en el Congreso no están respetando a niños
estadunidenses al separarlos de sus padres", afirmó Raúl Murillo, del
grupo Hermandad Mexicana Nacional.
"Se están poniendo la soga al cuello porque no se dan cuenta que estos
niños tendrán un día que llegar a votar y ahí les cobrarán esa factura
de miedo y angustia que hoy viven", anticipó Murillo.
"En este momento, la comunidad inmigrante está en total desesperación
por la decisión de un juez federal racista de Texas que detuvo segmentos
de la orden ejecutiva", aseveró.
El activista hizo alusión al fallo de un juez federal de Texas que
ordenó la suspensión temporal de las acciones ejecutivas en materia
migratoria ordenadas por el presidente Barack Obama.
"Los republicanos deben de dejar a un lado sus batallas políticas y
deben de reconocer la aportación que hacen los inmigrantes a este país",
añadió Murillo, uno de los organizadores de la marcha.
Francisco Moreno, del Consejo de Federaciones Mexicanas (COFEM), llamó a
que la gente salga a participar en movimientos y marchas para hacer
notar su molestia contra la resolución del juez de Texas.
"Estos niños son nuestro presente y nuestro futuro y son el pasaporte
para dar paz y tranquilidad a sus padres para que obtengan papeles",
puntualizó Moreno.
Gloria Saucedo, de Hermandad Mexicana Nacional, afirmó que después de
que el presidente Obama anunció la orden ejecutiva en materia
migratoria, los republicanos se pusieron furiosos contra los
inmigrantes.
"No les hemos hecho nada, somos gente honrada que venimos a trabajar y
que aportamos tanto a esta nación y todavía con eso nos tratan mal, por
lo que deberían rectificar", urgió.
En el evento también participaron líderes de diversas denominaciones
religiosas, como el padre Richard Estrada, asi como la alcaldesa de
Huntington Park, Rosa Perez.
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