Implantar el microchip bajo la piel, mano, nariz o cerebro para estar
controlados por el Nuevo Orden Mundial, no puede ser fácil ni voluntario
si no aportan problemas que no existen, y en ello están.
El hach del teléfono móvil (de hack o hachazo), con firma digital manuscrita o autenticación de más parámetros biométricos, más el d,n,i, 3.0; es justamente darle esas armas a Telefónica y demás mega empresas para poderle robar la identidad. La nueva gran excusa: es el robo de los parámetros biométricos personalizados que provocaran el voluntariado hacia el microchip.
Ahora todos estos técnicos al servicio de la élite ya no llevan traje y
corbata de super ejecutivos sino una apariencia grunge e informal, para
al final darnos los peores disgustos. Piense que si autentifica muchas
cuentas bancarias, de bolsa de valores, su cuenta sanitaria, su
identidad y carnet de conducir y sus tarjetas, y identidad biométrica con su móvil y le roban sus datos biométricos -que ya los nuevos móviles
optometrizan biométricamente-, le roban toda su vida práctica, y se
queda usted sin identidad demostrable fácilmente y con muchas
dificultades prácticas, mientras que si lo resuelve o no lo resuelve, le
pueden haber sustraído toda su vida codificada. Cada vez son más las
empresas como Ikea, o supermercados, estaciones de metro, tren o bus, o
en conciertos; en dónde las mismas empresas -además
de los ladrones-, que a su vez mercadean sus robos con las empresas
privadas los que están hackeando sus móviles, y desde pronto SU
IDENTIDAD BIOMÉTRICA.
Llevarnos a la psicósis y paranoias colectivas es el objetivo,
y que todos nos parezca sospechoso, denunciable, real o irreal (una
locura de hollywood), y al mismo tiempo sentirnos del todo
desprotegidos. Una sociedad en dónde proliferarán las grandes empresas
de seguridad privada que a su vez dan soporte a las empresas públicas, para la privatización de todo, hasta de nuestra identidad. Como
bien Jesús Vaquerizas @Restaurapc: Si te roban los datos biométricos te
los roban para siempre. Eso si es un problema sin resolver, pero los
fabricantes están liberalizando todo tipo de lectores biométricos a cual
más inseguros, y en manos de cualquiera.
El control total extendido al tráfico y que sean los propios ciudadanos
al volante quienes puedan denunciar a cualquiera por motivos
arbitrarios con el sistema V2V.
Pero
de eso se trata para crear el adecuado escenario de pánico y desear la
medida extrema del microchip. Les da igual, quieren que suceda así, es un plan.
Y que la gente tenga problemas muy gordos. Eso no solo excusaría el
microchip personalizado dentro del cuerpo, sino lo peor, que la misma
gente lo demandaría por sentirse insegura ante los millones de casos de
robos de identidad a los que vamos a asistir que harán desear el
microchip. Robos de cuentas por suplantación de identidad (ya ni
siquiera les hace falta el pishing), podrán quedarse con su dinero y sus
cuentas, podrán quedarse con su casa, su coche, sus propiedades, o no
podrá ser atendido en el hospital sin su identidad, y lo que es más
grave exigir la custodia y tutela de sus hijos o quedarse con su mujer o
con su marido -si usted no demuestra después de dificultades
judiciales, policiales e institucionales muy complicadas que el robo de
sus huellas digitales y demás parámetros biométricos como el iris ocular
pertenecen a usted y no a la compañía, o ladrones que trabajen para
ellas que se la han robado para forzar el microchip voluntario y
protegerse de dificultades. La noticia de que en colegios de Texas ya
han sido implantados en alumnos, y empresas suecas a trabajadores por
obligación, quizás enorgullece a unos cuantos panolis que cobran por
jugar a ser los elegidos de la Bestia Bafomet anunciando el día que ya
es en la actualidad en que todos estamos siendo marcados paulatinamente.
No ha bastado la amenaza de prestaciones médicas a cambio de llevar
implantado el chip invasor antinatura
en algunas coberturas médicas; con la excusa de controlar los
parámetros de los enfermos crónicos. Tampoco es excusa, llevarlos por
seguridad en caso de secuestro para altos financieros, ejecutivos y
políticos que ya los llevan, ni tampoco los empiezan a imponer en bebés.
¿Los están implantando ya en bebés recién nacidos -para controlar su
salud-, sin conocimiento de los padres, como quien los vacuna sin tener
que explicarlo como pautas habituales de actuación en algunos países
como EEUU y Canadá?.
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