El
economista estadounidense Lyndon LaRouche condenó el intento fraudulento
para crear un montaje contra el Presidente ruso Vladimir Putin con el
asesinato del político liberal ruso Boris Nemtsov la noche del 27 de
febrero.
En realidad, insistió LaRouche, el asesinato de Nemtsov no fue más que una provocación dirigida contra Putin, como lo había dicho desde el primer momento en que se supo. La evidencia es concluyente, y lo que está en juego es de vida o muerte: la paz o la guerra. Dadas estas circunstancias, el hecho de que Obama respaldó este montaje en una entrevista que le dio a la agencia Reuters ayer, amerita su destitución inmediata del cargo como última medida que queda para la defensa de Estados Unidos.
En realidad, insistió LaRouche, el asesinato de Nemtsov no fue más que una provocación dirigida contra Putin, como lo había dicho desde el primer momento en que se supo. La evidencia es concluyente, y lo que está en juego es de vida o muerte: la paz o la guerra. Dadas estas circunstancias, el hecho de que Obama respaldó este montaje en una entrevista que le dio a la agencia Reuters ayer, amerita su destitución inmediata del cargo como última medida que queda para la defensa de Estados Unidos.
Primero,
en el asesinato de Nemtsov, no hay modo razonable alguno para afirmar
que Nemtsov representara ningún tipo de amenaza para Putin, cuando éste
goza de una popularidad del 87%. ¿Quién puede negar que Nemtsov estaba
ya totalmente desacreditado por su papel en el gobierno de Yeltsin,
cuando los especuladores de Occidente destruyeron a Rusia, o que el
apoyo que tenía era minúsculo cuando fue asesinado?
El
prominente economista francés y experto en Rusia, Jacques Sapir, publicó
un análisis titulado "¿Quién puso el montaje contra Vladimir Putin?" En
el muestra, por un lado, que el asesinato de Nemtsov fue un asesinato
profesional, a manos de un sicario, pero, por otro lado, que se montó al
aire libre, prácticamente bajo las ventanas del Kremlin, de tal manera
que el riesgo para los asesinos y para la operación toda era muy
elevado, con el propósito de crear el montaje contra Vladimir Putin.
Entre
otras consideraciones, Sapir señala que el disparo por la espalda
implica que el objetivo estaba perfectamente identificado, y el modus
operandi implica una pericia solo compatible con la de un sicario
profesional; el riesgo de fallar o infligir heridas no letales es
elevado. Es de notar el alto número de disparos, ocho o más, la ausencia
de un tiro de gracia, y el hecho de que la acompañante de Nemtsov
resultó ilesa.
"Desde
este punto de vista uno se pregunta, ¿por qué no esperar a que Nemtsov
regresara a su casa? El caso típico de una asesinato por contrato sucede
en un lugar donde se asegure encontrar a la víctima: las escaleras del
edificio de apartamento, o cuando la víctima sale de un restaurante. La
elección misma de la escena del crimen pude indicar una intención
demostrativa, tal como la de implicar a Putin en el asesinato. En
cualquier caso, es evidente que los asesinos tomaron riesgos que parecen
indicar una intención política. Todo esto le hace pensar a uno en un
montaje, una trampa.
"¿Por qué mataría esta gente a Nemtsov más o menos directamente debajo de las ventanas del Kremlin?"
Estos
señalamientos de Sapir los confirma el despacho desde Moscú, de un
corresponsal anónimo pero creíble, del ex embajador de Estados Unidos en
la Unión Soviética, Jack Matlock, quien escribió de manera similar:
"Los muros del Kremlin y la Torre Bekhlimishevskaya forman el escenario
con San Basilio a la derecha. Es simplemente difícil imaginar una
ubicación que pudiera incluir más símbolos del Estado ruso. Parece un
montaje".
Sapir
agrega: "¿Cómo habría esta gente obtenido conocimiento del
comportamiento de Nemtsov después de que salió del restaurante con una
muchacha de su brazo? De nuevo, un asesinato de Nemtsov en su casa
hubiese tenido más sentido. Y si la muchacha está vinculada al asesinato
(aunque no directamente y no en la intención), eso hubiese necesitado
nexos de fondo en Ucrania".
(¿Tiene
esto algún nexo con las conexiones de la subsecretaria de Estado
Victoria Nuland a los nazis de Ucrania?, se podría preguntar uno.)
Sapir
desacredita plenamente la versión de que esto podría haber sido un
asesinato dirigido por Putin, y escribe: "Los medios informativos, en
Francia y en países de Occidente, han planteado la idea de un asesinato
ordenado por el Kremlin, o por movimientos cercanos al Kremlin. Diremos
ahora mismo que la primera hipótesis no es coherente con la escena del
crimen. Más aún, es difícil ver qué interés tendría el gobierno ruso en
que se asesinara a alguien de la oposición, ciertamente un oponente bien
conocido, pero que había pasado al trasfondo de la política. Cuando
Dmitry Peskov, vocero del Presidente Putin, decía que Nemtsov no
representaba ningún peligro o ninguna amenaza para el poder, fue
perfectamente veraz. Y suponiendo que el asesinato de Nemtsov fuese un
intento de intimidar a los demás en la oposición, hubiera sido mucho más
sencillo matarlo en su casa. La idea de una participación directa o
indirecta del gobierno ruso parece así sumamente improbable".
Luego de
desacreditar del mismo modo la idea de que Nemtsov fuese asesinado por
nacionalistas rusos derechistas, Sapir señala: "Vladimir Putin y el
gobierno ruso han planteado de inmediato la hipótesis de una
provocación. Es fácil ver el atractivo de esta hipótesis para ellos.
Pero uno debe tener la honestidad de decir que es eso precisamente.
Putin es efectivamente el objeto de una profunda campaña de odio y muy
difundida en los medios occidentales. El asesinato de alguien que se
supone es un oponente es algo a lo que simplemente los periodistas no se
podrían resistir. Siguieron acusándolo de todos los pecados habidos y
por haber. Se olvida el hecho de que Nemtsov estaba muy ligado a las
políticas que fracasaron en la década de 1990, y que llevaron a Rusia al
borde de un colapso. El hecho de que Nemtsov había decidido asesorar a
los gobiernos ucranianos de la Revolución Naranja desde el 2004, se ha
olvidado. Mucha gente, y no solo en Rusia, pudieran querer ver a Nemtsov
muerto. Pero todo esto se ha olvidado y la consigna es ahora 'Putin es
un asesino', o 'Putin inspiró al asesino de Nemtsov'. Es una vergüenza,
una sucia vergüenza. Pero esto es congruente con la guerra que los
medios occidentales libran contra Rusia y contra Putin".
Ahora
bien, Obama se ha puesto en medio de este montaje con la declaración que
le dio el 2 de marzo a Reuters, donde caracterizó el asesinato de
Nemtsov como "un indicio cuando menos del clima dentro de Rusia en que
la sociedad civil, los periodistas independientes, la gente que trata de
comunicarse por la Internet, se han sentido cada vez más amenazadas,
restringidas. Y cada vez más la única información que el público ruso
puede conseguir es a través de los medios controlados por el Estado".
"Eso
quiere decir que Obama tiene que salir", dijo LaRouche. "Porque nuestra
defensa es hacer que saquen a Obama. Y eso salvaría a Estados Unidos.
Porque el Presidente de Estados Unidos no lo negó; no negó tal
imputación, la dejó pasar. Y aquí estamos, ahora que el mundo enfrenta
una amenaza de guerra termonuclear, guerra termonuclear global, que
nunca ha sucedido antes en la historia de la humanidad; y te quedas ahí
sentado como Presidente de Estados Unidos y toleras la diseminación de
un informe falso de esta naturaleza, y tácitamente te has comprometido a
ser sacado del cargo. Y eso es lo que debemos hacer. Así que el maldito
hijue—- sabía una cosa: lo que hacía. Y por eso, por permitir eso, por
consentir eso, y por no salir a repudiar eso, él es culpable.
"¿Quieren salvar a Estados Unidos? ¿Quieren salvar la civilización? Eso es lo que se debe hacer".
Para LaRouche, el asesinato del opositor ruso Nemtsov "huele a Nuland"
El otrora
"joven reformador" ruso y ahora figura central de la oposición, Boris
Nemtsov, fue asesinado de varios disparos el pasado viernes 27 en el
puente Bolshoy Zamoskvoretsky, junto a la Plaza Roja de Moscú. El vocero
de la Comisión Investigadora de Rusia, Vladimir Markin, dijo que a
Nemtsov le dispararon varias veces, uno o varios pistoleros que
escaparon en un auto, y murió en la escena del crimen antes de que
llegaran los servicios médicos de emergencia. "La investigación está
buscando varias versiones" en cuanto a los posibles responsables, dijo
Markin.
Los
medios informativos de occidente declararon de inmediato que el
responsable del asesinato fue el Presidente ruso Vladimir Putin. Por su
parte, el vocero de la Presidencia de Rusia, Dmitri Peskov, informó que
"Vladimir Putin señaló que este cruel asesinato tiene todos los indicios
de ser un asesinato por contrato, y que es de naturaleza absolutamente
provocador".
Lyndon
LaRouche declaró el sábado 28 al respecto: "La idea de que [Nemtsov] fue
asesinado por Putin, en el interés de Putin, es demente... ¿Quién
tendría el motivo para que asesinaran a esta persona, en Rusia?
[Victoria] Nuland", la Subsecretaria de Estado de Obama para Asuntos
Europeos y Euroasiáticos. LaRouche agregó que se tiene que plantear el
interrogante de si Nuland "fue parte del equipo que organizó el
asesinato de esta persona. Suena como Nuland. Para mí, huele a Nuland...
Ella está en la lista de los criminales sospechosos en este caso, así
como en otros casos".
A Nuland
se le reconoce ampliamente como la arquitecta del golpe de Estado en
Ucrania de 2014, así como la patrocinadora de las organizaciones neonazi
que dirigieron el golpe. La semana pasada precisamente, Nuland se
reunió en Washington con Andriy Parubiy, quien dirigió las milicias
fascistas durante el golpe de la plaza Maidan, y ahora es el
vicepresidente de la Rada Suprema de Ucrania (el parlamento ucraniano).
Nuland y Parubiy promueven el plan de que Estados Unidos envíe armas
letales al gobierno de Kiev, lo cual echaría leña al fuego en la región y
probablemente desataría un conflicto mayor con Rusia.
Como lo
han documentado con lujo de detalle LaRouche y sus asociados, Nuland,
Obama y sus patrocinadores británicos están trabajando a todo vapor para
provocar una "revolución Maidan" en Rusia también, para orquestar un
cambio de régimen y derrocar el gobierno de Putin, y para este fin han
activado una política oficial de amenazar con una guerra nuclear táctica
contra Rusia —y contra China— para obligarlos a que se sometan al
imperio financiero transatlántico que se viene desmoronando. Ese
sometimiento no sucederá, no obstante, como lo ha dejado en claro
repetidamente la dirección rusa.
En
términos generales, Obama y los británicos están desesperados por
detener la alternativa emergente a su sistema financiero transatlántico
en bancarrota, el cual está tomando forma en torno al recién establecido
"nuevo paradigma" de desarrollo mundial establecido por las naciones
del BRICS, bajo el liderazgo de China y Rusia. Ese proceso del BRICS
incluye ahora a naciones como Argentina, Egipto y cada vez más a Grecia.
Obama y sus patrocinadores de la City de Londres y Wall Street han
recurrido en repetidas ocasiones a asesinos y actos terroristas para
atacar esas naciones, además de la guerra militar y financiera
encaminada a provocar un cambio de régimen.
Por
ejemplo, en Argentina, donde la Presidenta Cristina Fernández de
Kirchner, una prominente colaboradora del BRICS, que tiene ahora la
amenaza de un cambio de régimen orquestado por los fondos buitre de
Nueva York y de Londres, el fiscal federal Alberto Nisman fue
"suicidado" el 18 de enero, el día antes en que anunciaría la
publicación de un expediente que supuestamente probaría la culpabilidad
de Fernández en el encubrimiento de Irán por el bombazo de 1994 al
centro comunitario judío de Buenos Aires. Fernández fue culpada
inmediatamente como la arquitecta de la muerte de Nisman en gran parte
de los medios internacionales. Pero el 26 de febrero, el juez que tiene a
su cargo el caso del bombazo, luego de revisar la supuesta "evidencia"
de Nisman, desestimó el caso y declaró que "no hay ni el más remoto
elemento de prueba, ni siquiera circunstancial, que implique a la actual
jefa de Estado".
En
Brasil, miembro del BRICS, la Presidenta Dilma Rousseff está también
bajo ataque de una desestabilización mayor y de guerra financiera, en
torno a las acusaciones de corrupción dentro de la empresa petrolera
estatal Petrobras. Pero se ha iniciado una movilización nacional en
defensa de Brasil y en oposición a esa operación, dirigida por
personalidades tales como el ex ministro de Ciencia y Tecnología,
Roberto Amaral, quien denunció que "el golpe ya está en marcha".
Otro caso
reciente de acusaciones infundadas que se le han hecho a Putin y al
gobierno ruso, fue el caso del Vuelo 17 de las Aerolíneas Malasias, el
cual fue derribado cuando volaba sobre Ucrania el 17 de julio de 2014.
Obama y Londres culparon a Putin de inmediato, sin ninguna evidencia en
absoluto. De hecho, Estados Unidos se ha rehusado a entregar los videos
de satélite y de vigilancia de los aviones AWACS sobre el incidente, al
igual que otra evidencia pertinente. Esto se utilizó para intimidar a
una Europa titubeante a que se uniera a la política de sanciones y
guerra financiera en contra de Rusia, y a intensificar la confrontación
militar.
Ahora, el
oportuno asesinato de Nemtsov indica que Obama y los británicos han
maniobrado para acelerar la escalada de confrontación contra Rusia,
hasta el borde de la guerra termonuclear.
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